Con el fin de introducir una “cláusula cero”, que fija a 0 el nivel mínimo de tipo de interés que pagar, los bancos españoles están realizando modificaciones en los contratos de las cuentas corrientes y las condiciones que aplican a las nuevas hipotecas.
De esta manera, los bancos intentan protegerse ante la caída que está sufriendo el Euribor a doce meses, el tipo de interés al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas. Si se mantiene esta tendencia a la baja, cerrando el mes por debajo de cero, en lugar de sumar al diferencial en las hipotecas que se revisan en marzo, el Euribor restará.
Sin embargo, aunque hasta el momento el nivel de Euribor solo restará a los diferenciales que aplican las entidades financieras, si el Banco Central Europeo continúa su política monetaria expansiva y se mantiene la tendencia a la baja de los tipos, un Euribor negativo podría llegar a absorber todo el diferencial.