¿Estamos ante el fin del multitasking? Hasta ahora, los responsables de selección de personal de las empresas lo buscaban como cualidad entre sus candidatos por entender que suponía un valor añadido para ellos, pero esta tendencia se desvanece a marchas forzadas en los actuales procesos.
Ahora se impone el singletasking como herramienta de productividad, antítesis de la capacidad denominada multitasking (ser multitarea), tradicionalmente atribuida más al género femenino.
Y, ¿qué es el singletasking?
Así como la multitarea consiste en depositar la atención en varias actividades al mismo tiempo, el singletasking destierra la segmentación para concentrar toda nuestra energía en una sola labor.
También denominado monotarea o monotasking, combina a la perfección con las tendencias actuales de concentración y atención plena desarrolladas por técnicas como el mindfulness, que tan excelentes resultados reporta a los que lo practican, dentro y fuera de la vida laboral.
Pero, ¿realmente es tan beneficiosa para las empresas esta habilidad?
El científico especializado en neurología en el Massachusetts Institute of Techonology, Earl Miller, afirma que el cerebro humano no es capaz de enfocarse de forma totalmente satisfactoria en dos o más cosas al mismo tiempo: más bien lo que ocurre es que combinamos unas con otras por lo que parcializamos la eficacia.
Jeff Brown, doctor en la Escuela de Medicina de Harvard, indica que realizar dos cosas a la vez satura de información la corteza frontal del cerebro, aquella que se encarga de las labores cotidianas, impidiendo que ésta viaje a otras áreas, con el resultado de que no solo somos menos eficaces, sino que nuestra capacidad se reduce en un 50%.
Trabajar todo el tiempo saltando de una tarea a otra, más que ahorrar tiempo como podría estimarse, se multiplica por la falta de enfoque y concentración en el trabajo que se realiza. Tradicionalmente las mujeres hemos hecho un mayor uso de esta forma de actuar.
La Universidad de Stanford también ha realizado un estudio aplicando el multitasking. Después de tres experimentos, determinó que aquellas personas sometidas a un constante cambio de tareas obtenían como resultado un menor desempeño, ya que reducían su capacidad mental y manifestaban una menor productividad, todo ello comparado con las que se concentraban en una sola cosa.
Los estudios recientes avalan por tanto el refrán popular de “El que mucho abarca, poco aprieta”.
Y es que el cambio constante es la antítesis de la concentración. Realizar varias cosas a la vez, incide en una menor capacidad de consolidación, resultando en consecuencia menos eficientes y productivas las actividades que llevemos a cabo.
Por lo que, parece obvio que aplicar el singletasking pasa por olvidarse de estar pendiente de todo para concentrarte en lo concreto, y conseguirlo será sencillo siguiendo los siguientes pasos:
- Aíslate de lo que pueda distraerte, concéntrate y pon toda tu atención en lo que hagas.
- Prioriza tus obligaciones de forma eficiente, separa lo importante de lo urgente.
- Inserta en tu rutina hacer una cosa detrás de otra, una sola tarea a la vez a la que dedicarás tu 100%.
- Aplica el movimiento slow down. Se trata de una filosofía de actuación que supone detenerse un momento y disfrutar del presente de forma activa, aderezado con una pizca de estrés positivo, es un cambio de ritmo que ayuda a pasar de una tarea a otra. Aprovecha para levantarte, tomar un café y cambiar de aires.
En muchas ocasiones la multitarea es la responsable de una frustración muy común: el sentimiento de trabajar durante toda una jornada y tener la sensación de no haber hecho nada. Este sentimiento negativo, es especialmente interesante si tenemos en cuenta el papel de la tecnología en los centros de trabajo (los smartphone, el correo electrónico, la vinculación virtual de procesos…), que hace difícil centrar la atención en una sola labor.
No existe una receta mágica para conseguir prestar toda la atención en un solo punto, sin embargo, la satisfacción obtenida por el trabajo bien hecho parece un aliciente más que atractivo para practicar el singletasking. Si a ello le unimos la eficacia, la eficiencia y la mayor productividad, el resultado es más que positivo.
El secreto para aplicar con éxito este nuevo paradigma es ser consciente de cuál es el ritmo que se necesita en cada momento (uno que realmente puedes aplicar) y con esa información gestionar las puntas de trabajo.
¿Y tú, eres multitarea o monotarea en el trabajo?
Fuente: http://www.marie-claire.es/lifestyle/trabajo/articulo/singletasking-el-nuevo-paradigma-de-la-productividad-en-el-trabajo-191475506699