“La presencia de mujeres en posiciones de liderazgo puede mejorar el rendimiento corporativo” afirma un estudio de Instituto Peterson (PIIE) financiado por Ernst & Young. El mismo, también asegura que aquellas empresas sin mujeres en puestos directivos (un 60% del total de las encuestadas) que pasen a contar con al menos una representación del 30%, aumentarían un 15% más sus ingresos netos.
Para ello, es necesario que dichas empresas apliquen unas “políticas que faciliten el ascenso de la mujer”, tales como las cuotas obligatorias de mujeres en comités de dirección, facilidades de conciliación o programas de diversidad y apoyo al liderazgo femenino.
Por otro lado, Accenture concluye en un estudio sobre la mujer y el entorno digital de 2016 que, ante el mismo nivel de dominio entre hombre y mujer, son las mujeres quienes optimizan más estas plataformas online para ser más productivas, potenciar su carrera o lograr un mayor equilibrio entre su vida personal y profesional.
Por ello, María José Sobrinos, directora de Recursos Humanos y Diversidad de Accenture, sostiene que “La digitalización es un catalizador para la igualdad”, y que “Administraciones, instituciones y empresas debemos impulsar medidas que la multipliquen, con entornos de trabajo mucho más flexibles“.