A veces, la carrera de un trabajador está estancada y resulta imposible avanzar por su culpa, por causa de la empresa o por el sector en el que trabaja. Así que dar un paso atrás o bajar algún escalón profesional puede ser la estrategia.
Hay quienes no desprecian la posibilidad de bajar para luego conseguir el éxito en un cambio laboral. En España, dar un paso atrás se considera un fracaso, pero los expertos insisten en que incluso un despido no tiene por qué ser el final. Más bien puede tratarse de un nuevo comienzo y una oportunidad no buscada pero eficaz para impulsar la vida profesional y llegar dónde queremos llegar. Es el principio de una reinvención, de un cambio que nos fortalece y nos preparara para un futuro de éxito laboral.
Con este paso se trata de pasar a la acción y de volver a invertir en el futuro. El paso atrás ofrece la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para el destino. Conviene olvidar los perjuicios que limiten la capacidad de recolocación.
Jorge Cagigas recuerda que “estamos tan metidos en los paradigmas comúnmente aceptados que habitualmente somos incapaces de dar un volantazo y hacer un movimiento hacia atrás”. Cree que con una visión lineal de su carrera y de suo vida resulta muy complicado tomar una decisión de cambio radical que sea efectiva: “Solemos tener una serie de anclajes ligados al crecimiento lineal y horizontal, pero si viéramos nuestra vida profesional y personal en sentido circular y también en diagonal podríamos plantear los cambios de una forma muy diferente”.
La perspectiva desde la que se debe plantear la reinvención debe ser “todo complementa”. Cuanto más abierto sea mejor profesional será, ya que el concepto lineal- vertical no permite aprovechar demasiadas oportunidades”.