El colectivo mayor de 44 años ha sido el principal beneficiado de la creación de más de medio millón de puestos de trabajo el pasado año, según la última EPA realizada sobre la situación del mercado laboral en el 2015, confirmando también que el empleo creció cuatro veces más entre las personas comprendidas entre 45 y 64 años que entre las de 30-44 años.
Uno de los motivos del crecimiento en esta franja de edad se debe al envejecimiento demográfico, lo que supone que la población joven trabajadora es mucho más reducida hoy en día. Otros motivos que defiende Florentino Felgueroso, investigador de Fedea y profesor de la Universidad de Oviedo, son los siguientes: empiezan a entrar en esta franja de edad mujeres con una tasa más alta de actividad que sus predecesoras (“son más activas y con nivel educativo mucho más alto”), la tendencia a cotizar durante más años, impulsada por las reformas legislativas y la caída de las prejubilaciones, así como el peso de los incentivos a la contratación de este colectivo.
Manuel Solís, director general de Manpower, defiende además que “en este periodo de poscrisis, los mayores de 40 años aportan experiencia, sobre todo en puestos cualificados, y más estabilidad a las empresas; y sus exigencias laborales acostumbran a ser más realistas”.
Sin embargo, pese a este importante aumento de ocupación entre la población de 45 a 64 años, ha habido también un incremento en el número de desempleados en esta misma franja, siendo el colectivo más afectado por el paro de larga duración.