¿Corres todo el día? ¿No tienes tiempo para preparar comida saludable en el trabajo? Alimentarse adecuadamente es un gran esfuerzo, pero sus beneficios son tantos que vale la pena realizarlo. Para ayudarte a mejorar los hábitos alimenticios en la oficina, te proponemos 5 consejos fáciles de implementar.
Una dieta sana y equilibrada no sólo debe ser llevada por quienes buscan bajar algunos kilos, sino por todas aquéllas personas preocupadas por mantener un peso ideal, evitar enfermedades y rendir de mejor forma en el trabajo. Pese a eso, es común que la comodidad, la falta de tiempo o las propias condiciones laborales sustituyan a la calidad a la hora de comer.
Si bien el tipo de dieta que debe llevar cada persona está determinado por la actividad que realice diariamente, es posible realizar algunas pequeñas modificaciones en la rutina que te ayudarán a llevar una alimentación más saludable. A continuación, mencionamos algunos consejos fáciles de implementar.
Decisiones saludables que hacen la diferencia
- A media mañana o media tarde, prefieres un snack saludablecomo galletas de avena, barras de cereal, yogurts descremados, galletas de agua o frutas.
- Si puedes, lleva almuerzo desde tu casa.Así ahorrarás dinero y evitarás tentarte con la comida rápida. Puedes incorporar al menú: carne, pollo, pavo, jamón, pescado, huevos, queso bajo en grasa, un yogur desnatado y frutos secos.
- En caso de que no tengas tiempo de comer un buen plato de comida, escoge un sándwich que contenga vegetales con huevo, atún, quesillo o palta.
- Hidrátate oportunamente.Conviene siempre tener agua a mano para mantenerse sano. Sustituye por agua el zumo, los refrescos, el café o la que sea tu bebida habitual.
- Defiende la iniciativa en el trabajo, animando a los directivos de tu empresa a promover unos hábitos alimentarios saludables en el entorno de trabajo. Puedes sugerir que incluyan una oferta más amplia de alimentos saludables en la cafetería de su lugar de trabajo o en las máquinas expendedoras.