Dentro de los objetivos generales de las empresas hay el de no incrementar los costes de personal, pero al mismo tiempo mantener una buena motivación entre sus empleados.
Aparentemente son dos objetivos contradictorios entre sí, pero hay fórmulas para conseguir los dos mediante las retribuciones en especie, puesto que la ley de IRPF prevé casos que no tributan en el impuesto de quien las percibe, ni cotizan a la seguridad social. Otros sí que tributan y cotizan, pero la forma de valorarlas es beneficiosa para la empresa y el trabajador.