WhatsApp dio opción a sus más de mil millones de usuarios a desactivar la opción de “compartir datos” (número de teléfono, lista de contactos…). Y fijó un límite para poder hacerlo: 30 días. El objetivo era que los datos de WhatsApp pasaran, de manera oficial, a pertenecer a Facebook, su empresa matriz, y así potenciar su herramienta publicitaria (su verdadero negocio). Era un cambio importante en su política de uso y los usuarios que no lo hicieron antes de finalizar el plazo, o abandonaban WhatsApp o quedaban obligados a aceptar la nueva política.
Pero, pasado el plazo, llegó la primera denuncia desde Alemania al considerar que la decisión no se ajustaba a la normativa relativa a la protección de datos, y prohibió a Facebook “recopilar y registrar” los datos de los usuarios alemanes de WhatsApp. La Agencia de Protección de Datos de Hamburgo impuso una orden administrativa para detener la recolección masiva de información personal, así como borrar los datos ya enviados a la empresa a través de la aplicación-
- «Tiene que ser decisión de los usuarios si quieren que sus cuentas estén vinculadas con Facebook, quien debería pedirles una autorización previa. Y esto no ha sucedido»
declararon desde el órgano regulador alemán, quienes también recordaron que Facebook y WhatsApp se califican de “empresas independientes”, por lo que esta situación de recabar datos atenta contra los acuerdos firmados para la adquisición de la compañía de mensajería. También añadieron que
- «El hecho de que esto suceda ahora no es solo engañar a sus usuarios y al público, también constituye una infracción de la legislación nacional de protección de datos. Este intercambio es solo admisible si ambas empresas han establecido una base legal para hacerlo. Facebook, sin embargo, ni ha obtenido una aprobación previa de los usuarios de WhatsApp, ni tampoco cuenta con una base legal para los datos»