Joan Lladó Grífol, fundador y rresidente de Lladó Grup Consultor
Usted ha hecho grande el grupo cuando era pequeño…
Todo empezó cuando mi padre tenía un despacho dónde hacia nóminas y alguna contabilidad. Yo me añadí mientras estudiaba. Tenía 12 años cuando empecé a sacar al cabeza.
Hasta que cogió las riendas…
Justo me había casado. Tenía 25 años cuando mi padre murió. Cogí el negocio con mucha fuerza y lo hice crecer a base de trabajar, trabajar y trabajar. De seis de la tarde a once de la noche. Ha sido un esfuerzo muy grande: des de trabajar con la patronal de la mutua de accidentes a ser uno de los máximos accionistas de Logic Control que tuvo miles de trabajadores.
Usted ha terminado creando un despacho que ofrece todos los servicios que necesita una empresa: laboral, fiscal, jurídico…
Lladó ha cogido con los 60 años un momento de expansión. Las empresas crecen y hemos tenido clientes en cola. Venia gente de todo Cataluña gracias al boca oreja.
Gracias al boca oreja y a su trato personalizado
Siempre me ha gustado tener un trato próximo con mis clientes. La solitud del empresario es un hecho: he llegado a hablar del futbol, de la política, de la salud del matrimonio. Tuve un cliente que durante dos años seguidos venia cada tarde hundido a pedirme consejo.
Como un psicólogo
¡Exacto! No sabía cómo tratar a los trabajadores y tenía conflictos. Una tarde dejó de venir y en la sala de espera me encontré una mujer que me dijo que era su esposa. Me agradeció todo el apoyo a su marido porque cada vez que salía de nuestro despacho se quería comer el mundo. Esto de dar consejos no es fácil pero ha estado muy gratificante en mi carrera. Hay una cosa que te quiero decir…
¿Qué?
Que tengo un sexto sentido o algo parecido que es inexplicable y que puedo decir cuando una decisión irá bien o fracasará.
¿Qué diría a un emprendedor que con toda la ilusión del mundo quiere abrir su negocio?
Todos debemos ser emprendedores, también los trabajadores asalariados. En la empresa debe existir la competitividad. Es sana. La emprendeduría es el futuro del país. Por esto Lladó cada vez apuesta más. Un buen ejemplo es la obertura del nuevo centro de negocios en la calle Francesc Layret.
¿Cómo ve la empresa hoy?
Más claro que el agua. La empresa de hoy no tiene nada que ver con la del siglo XX. Tampoco la gente joven tiene nada que ver. Nuevas tecnologías, incorporaciones de redes sociales. Rodearse de gente formada y bien formada que siga internamente o con servicios externos. Tener visión de futuro. No se puede pensar que toda la vida se fabrican ruedas de carro. También la internacionalización. Estamos abocados a crecer fuera de Cataluña y fuera de España. Llega tan lejos como el producto lo permita, no es nada fácil exportar. Y otra cosa: hay un indicio claro que nos estamos encontrando, las empresas que han sabido plantar cara a la crisis ahora están creciendo. Y esto es un hecho.