La felicidad en el lugar de trabajo no es un término bonito, es algo tangible que afecta a la productividad, y
para conseguirla, hay que aprender a comunicarse. Así lo explica Alex Ríos, CEO de Happyforce, una app
que ayuda a las empresas a medir el estado de ánimo de sus trabajadores.
La consecución de la felicidad es, o debe ser, básica en uno de los entornos en los que pasamos más
tiempo: por norma general ocho horas, lo que supone un tercio del día, la mitad si se dejan a un lado las
horas de sueño. Sin embargo, el ambiente laboral parece desconectado de la felicidad, un concepto poco
recurrente en el trabajo y donde precisamente gana fuerza.
Aquellas empresas que se preocupan por el estado de ánimo de su activo más importante, las personas,
disponen de soluciones tecnológicas como Happyforce. Esta aplicación móvil funciona sobre la base de
fomentar la felicidad en las empresas, invirtiendo en trabajadores felices capaces de generar mayores
beneficios tanto para ellos como para las organizaciones.
Happyforce abre un canal de comunicación directo y en tiempo real entre el trabajador y la dirección de la
empresa. La app funciona de manera similar a las redes sociales como Facebook o Whatsaap. Mediante el
uso de emoticonos, botones de ‘me gusta’ o ‘no me gusta’ y espacios para compartir comentarios, los
empleados cuentan con una herramienta para expresar de manera anónima sus ideas y sentimientos.
Fomentar la motivación y el bienestar de los empleados de una organización repercute directamente en
una mejora del entorno y en el incremento de la productividad. Los responsables de la aplicación
aseguran que esta es la principal razón por la que sus clientes confían en la herramienta, con índices de
participación superiores al 80%. “Las empresas están dispuestas a escuchar y a hacer las cosas de otra
forma, poco a poco estamos ayudándoles a construir una cultura laboral más sólida y abierta”, insiste el CEO
de Happyforce.