En épocas en que la situación económica no es tan favorable alguien puede pensar que no son buenos momentos para hacer negocio. Aunque ya sabemos que las dificultades de muchas empresas, es cierto que hay un ventanal de nuevas oportunidades, de nuevos mercados, de nuevos públicos, de poner a la imaginación el servicio de sacar, de cada uno de nosotros, lo mejor y saber reinventarnos.
De aquí salen las start-up, los jóvenes emprendedores con iniciativas e ideas nuevas, la iniciativa de las de las empresas de buscar nuevos mercados, y porque no la adquisición de otras empresas como fórmula de crecimiento.
El sector de las fusiones y adquisiciones, a la baja los últimos años, ha empezado a repuntar de la mano de empresas en busca de nuevas oportunidades. A lo mejor no son los emprendedores jóvenes, dinámicos dispuestos a equivocarse como parte de su éxito de futuro, con pocos recursos y trabajando en co-working, sino que son empresas consolidadas y que ven que ahora hay oportunidades de dar continuidad a su empresa con nuevas visiones de negocio, con capitalización, con mantenimiento de puestos de trabajo.
Un proceso de adquisición es largo y a veces, un poco cansado, pero se debe tener en cuenta algunos aspectos básicos:
– Hace falta llegar a un acuerdo con el marco que ponga de manifiesta las bases de la operación y de la manera que esta se desarrollará, así como un acuerdo de confidencialidad de las informaciones de las empresas que intervienen.
– Es esencial la realización, para la empresa adquiriente, de una due diligence de la empresa adquirida. La due diligence es una revisión legal, económica y tributaria de la empresa adquirida por tal de saber el nivel de cumplimiento de sus obligaciones delante de terceros e identificar los riesgos en diferentes áreas que puede haber: contratos, reclamaciones, inspecciones tributarias, multas, sanciones, etc… En algunos casos es recomendable, incluso, una auditoria.
– Con la due diligence las partes implicadas pueden renegociar las condiciones básicas iniciales según los riesgos que se han detectado y, dará lugar, a un nuevo documento que determinará las condiciones definitivas de la operación, las garantías, retenciones y reservas oportunas para el buen fin de la operación.
– Seguidamente, y una vez las partes tengas a su abasto garantías y otros condicionantes según el documento de anterior referencia, se otorgará la escritura pública de compraventa dónde se recogerán todos y cada uno de los acuerdos.
En todo el proceso de adquisición, tanto si es de vendedor como comprador hace falta tener un buen asesoramiento para prevenir cualquier eventualidad.