Hay emprendedores que les gusta poner en marcha un negocio detrás de otro y, una vez hay beneficios, quieren centrar su interés en nuevos retos. También hay otros que crean una empresa y aguantan al frente hasta su jubilación. Pero también hay quién tiene ideas y busca inversores para hacerlas posible. En definitiva, de perfiles de empresarios hay unos cuántos pero cuando se trata de poner fin a su negocio es importante dejar el asunto muy cerrado para conseguir el máximo rendimiento y hacer las cosas bien hechas.
- Escoger bien el momento: hay que hacer un buen retrato de cuál es el momento de la empresa en el momento que se quiere vender: no es lo mismo una start up con toda una vida para dar sus frutos pero tal vez con un cierto nivel de inseguridad que no una compañía consolidada en el mercado con una facturación estable.
- Estudiar bien la competencia: hay que dar un vistazo a empresas que cómo la suya se dediquen a ofrecer un producto o un servicio parecido pero enfocadas a un mercado diferente. Quizás, le podría interesar integrar su empresa y acaparar un trozo más grande de mercado.
- Tampoco hay que olvidarse de buscar empresas que ya hayan hecho compras recientemente en el mercado. Si entre su competencia no encuentra un comprador a medida, otra opción lógica sería tantear el terreno de sus proveedores e, incluso, clientes.
- Hágase el interesante: antes de sentarse a negociar hay que tener en el bolsillo más de un pretendiente. En una negociación le proporcionará más seguridad y, por otro lado, suscitará más interés a su cliente potencial.
…Pero, ¿qué pasa si usted ha montado una pequeña start up y quiere ser absorbido por una gran corporación que le aporte estabilidad a su proyecto empresarial?
Antes que nada, hay que estar seguro de si realmente le vale la pena ir a una gran compañía consolidada del mercado y hacer una primera prospección en el B2B para encontrar pequeñas empresas donde las decisiones son más rápidas y donde el propietario es el director.
En este sentido, sea con un “pez” grande o con uno de pequeño hay que definir muy bien qué modelo de relación quiere tener y, sobre todo, documentar muy bien las finanzas y el modelo de negocio de su empresa, sólo así ganará credibilidad y, por lo tanto, toda la operación puede resultar mucho más fácil para ambas partes. Eso sí, mejor no cometer errores de empresario novato cómo, por ejemplo, no ofrecer el producto cuando no esté preparado o hablar menos de las bondades de sus servicios o productos que no con las trabas que se ha encontrado en su sector.