La ley obliga al administrador de una SA o SL a desempeñar el cargo con diligencia.
Ello significa que ha de tener la dedicación necesaria y adecuada, y tomar las medidas para gestionar y controlar la empresa.
Ello es así, y aunque el administrador padezca una enfermedad grave que lo aparte de la Sociedad, no quedará exonerada de responsabilidad, porque se entiende que si no puede dedicarse al cargo, debería renunciar y que se nombre un sustituto.
Establezca en estos casos mecanismos de control, que le permitan conocer las operaciones que se realizan y eliminar posibles responsabilidades, como son:
- Conceda poderes a algún socio o directivo de su confianza, y que no será necesaria su firma para las operaciones diarias, pero haga poderes mancomunados limitándolos a unas operaciones concretes, y si acaso a una cuenta máxima de las operaciones.
- Inscriba el poder en el Registro Mercantil, para que los terceros conozcan estos límites a la hora de contratar con la empresa.
- Limite la operativa con los bancos y entréguele el poder para que conozcan las facultades de los apoderados.
Actúe con cautela para evitar responsabilidades, como pueden ser las mercantiles o fiscales.