La idea detrás de todo no es trabajar más, sino mejor, sacándole el máximo partido de tu jornada laboral. Te mostramos algunos trucos para convertirte en una persona eficaz que lo resuelve todo en un periquete y que no se te escapa el tiempo de las manos.
- Prioriza los emails
Expertos opinan que sólo un veinte por ciento de los emails requieren una respuesta inmediata. Por lo que localiza dichos emails a primera hora de la mañana, resuélvelos y deja el resto para otro momento. Así la tecnología no te robará tiempo.
- Ponte un horario
Internet es la principal causa de pérdida de tiempo en el mundo laboral. Aunque no por ello debemos renunciar a revisar nuestros perfiles o revisar información en la red.
Te recomendamos imponerte unas horas para mirar tu email y redes y no saltártelo.
Elige momentos específicos para consultar la información, antes de comer, a media tarde y antes de marcharte… ganarás muchísimo tiempo y no te distraerás
- Ordena tu ambiente de trabajo
Genera un buen clima y entorno de trabajo para ser más productivo. Intentar ser productivo en un espacio atiborrado de informes, documentos, etc. con el caos va a resultar muy difícil. Se trata de que ti espacio de trabajo te permita trabajar cómodamente, encontrar la información que necesites y que no distraiga tu propio desorden.
- Aprende a leer más rápido… para leer menos.
Con un poco de práctica puedes llegar a leer hasta 2.000 palabras por minuto. Una forma de concentrarte en los detalles importantes para poder hacerte con la información fundamental y ser eficaz.
- Maximiza las reuniones
Hay reuniones más complicadas que no dependen de nosotros mismos. Pero sí hay algo que puedes hacer es prepararlas bien, recopilar toda la información que necesites, revisar tus notas de una reunión previa y solicitar a quien la convoque que envíe la orden del día. Asistir sin conocer los temas a tratar y sin llevarla preparada puede hacer que se extienda.
- Date un respiro
Ser más eficaz significa también parar un rato y dejar que tu mente vague, descanse y vuele. Si te exiges demasiado y no le das un respiro, puede sufrir ansiedad, cansancio extremo, nerviosismo e irritabilidad. Un par de pausas al día serán suficientes. Algunas grandes empresas se han dado cuenta de la importancia del descanso y están incluyendo espacios específicos para ese objetivo.
- Mantén una actitud positiva
Empezar el día con una buena actitud es vital para el desarrollo de la jornada laboral. La actitud influye en el comportamiento y en la energía que uno mismo genera, así como el estado de salud.
Es necesario eliminar las inseguridades personales y la charla negativa si queremos incrementar nuestras capacidades a la hora de enfrentarnos con situaciones de crisis en el trabajo. El optimismo viene siempre de la mano de la determinación, la paciencia y la concentración.
- Huye de los conflictos
Seguro que todos los días habrá mil cosas que te molesten, pero protestar contra ellas no te ayuda. Lo mejor es aceptar estas pequeñas cosas tal y como son e inmiscuirte en cada pequeño drama de la oficina no te ayudará a sacar tu trabajo adelante.
- Raciona las llamadas telefónicas
El teléfono también puede ser responsable de que perdamos mucho más tiempo del necesario. Intenta desviar el teléfono si existe la posibilidad, o baja el volumen del aparato, y después dedica un rato a devolver llamadas. Si alguien necesita contactar contigo urgentemente, no te preocupes, te localizará seguro. Si adviertes a los compañeros de alrededor que te pones en modo concentración total y te aíslas con música, probablemente respeten tu necesidad y no te molesten.