Los planes de ampliación de actividad de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC), comienzan a caminar con una serie de medidas que desembocarán en el plazo de un año en la recaudación integral de impuestos propios y cedidos como es el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que recauda directamente la Generalitat y al mismo tiempo se van poniendo las bases a punto para una futura hacienda propia.
Así se pasará de ser una administración que subcontrata servicios en el ámbito tributario a ser un proveedor de la Administración local. Se asumirá la recaudación ejecutiva, o sea, el cobro a morosos de la administración, que hasta ahora ha estado delegado a la Agencia Estatal de Administración Tributaria, cobrando un porcentaje de cada operación.
Con la entrada en servicio del programa informático Gaudí, la Generalitat tiene la facultad de embargar las nóminas de los deudores, las cuentas corrientes y a lo largo del primer semestre del año 2017 se completarán los servicios creados con la posibilidad de embargar bienes, como en el caso de valores, inmuebles, etc.
Para llevarlo a cabo se ampliará la plantilla de personal para realizar las funciones de gestores tributarios, inspectores (aproximadamente 20 plazas nuevas) y otro personal diverso. Se quiere aprovechar la nueva red para recaudar también en ejecutiva los tributos de la administración local (Ayuntamientos), a los que se les ofrecerá el servicio que ahora presta el Estado.
Josep Cid Dacosta
Socio-Economista