Muchas empresas tienen falta de liquidez constante, incluso en negocios ya consolidados. Lo más importante en estos casos es poder detectar porque se produce esta falta de liquidez y decidir qué medidas aplicar para evitar la situación en mi empresa.

En muchos casos la falta de liquidez en una empresa se produce porque se hacen inversiones en activos fijos, (maquinaria, instalaciones, ordenadores…), que han de financiarse a largo plazo, tanto con financiación externa o propia de los socios. Pero también hay una parte del activo corriente (saldo de existencias, cuentas a cobrar de clientes…) que acaban siendo una inversión permanente y hay que financiarla adecuadamente para evitar tensiones de tesorería.

Esta falta de liquidez se puede solucionar con el tiempo, como puede ser si hay beneficios que generan recursos adicionales que corregirán ese desfase, pero cuidado si el saldo de existencias aumenta más que proporcionalmente respecto al aumento de actividad y lo mismo el saldo de clientes.

Por eso, conviene hacer controles periódicos que confirmen que el fondo de maniobra de la empresa es positivo y que los activos corrientes que acaban siendo permanentes, también están financiados con recursos a largo plazo. Una reacción rápida ante posibles desviaciones evitará males mayores.

Es el caso de tener mercancías obsoletas, que lo mejor es venderlas cuanto antes, aunque sea a precio de saldo o darles de baja, ya que nos suponen costes (costes logísticos, de espacio y manipulación).

Si la falta de liquidez se está convirtiendo en estructural, valora las siguientes soluciones:

• Plantea una aportación de capital de los socios, o un préstamo que permita pasar parte de la deuda de corto a largo plazo (incluso negociar un plazo inicial de carencia donde solo pague intereses).
• Presentar al banco los números con claridad, dando las explicaciones necesarias de la situación y de como con la financiación se va a mejorar la situación de la empresa. Los bancos dan dinero a cambio de información y si explica mentiras, pueden perder su confianza.
• Controlar los plazos de cobro a clientes, ya que es posible que el plazo real de cobro sea superior al previsto, que por diversos motivos le alargan el plazo de cobro.
• En caso de proveedores, actuar indicando una fecha de pago por ejemplo de “30 días a fin de mes”. La intención es conseguir alargar el plazo de pago sin coste de intereses.
• En cuanto a las existencias, intentar conseguir que los proveedores suministren el material en pocos días, teniendo así unos días de margen para reducir el stock promedio.

Como conclusión, tenemos que intentar cobrar antes, aunque sean unos días de diferencia y pagar más tarde, ganando unos días también de financiación y así también se ahorrara intereses de la financiación bancaria.