El testamento ológrafo es aquel testamento que el testador escribe por sí mismo a puño y letra sin necesidad de que intervenga otra persona para su autorización en ese momento. Entre los principales requisitos para que el testamento ológrafo tenga validez:
- Debe estar totalmente escrito y firmado por el testador y además debe constar la fecha (día, mes y año) en el que se ha otorgado.
- Si entre líneas existen palabras, tachadas o enmendadas deberá ser anotadas debajo de la firma.
- Si el testador hace entrega a otra persona para custodiarlo, ésta tiene la obligación de presentarlo ante notario antes de los 10 días desde que tenga conocimiento del fallecimiento. Y no podrá haber transcurrido más de 5 años desde el fallecimiento.
- Una vez presentado ante notario éste deberá validarlo para asegurarse de que es auténtico. Si considera que no es auténtico, no autorizará el acta de protocolización y procederá a su archivo.