Frente a la incapacitación de un familiar, ya sea por accidente o por enfermedad, uno se encuentra con diferentes dudas frente a cuáles son los instrumentos legales que tenemos al alcance para que la vida de esa persona y de las que le rodean sea más fácil. 

Hoy te hablamos sobre la incapacitación de un familiar y cómo poder hacerlo, qué pasos se deben seguir para proceder a una incapacitación judicial de la mano de nuestros especialistas.

La incapacitación es una figura jurídica que está pensada para proteger a aquellas personas que no pueden regir su persona o bienes de acuerdo con una situación física, psíquica o sensorial y por lo tanto determina la necesidad de otra persona: tutor, cuidador o defensor judicial que vele por su situación civil.

Se trata de una modificación del estado civil de una persona, la cual no tiene la suficiente capacidad para poderse gobernar por sí mismo.

No debemos confundir la discapacidad física que pueda tener una persona con la incapacidad judicial. La primera es una situación puramente administrativa que no tiene porque conllevar la incapacidad. La segunda, en cambio, es un cambio en el estado civil de la persona que debe ser adquirido mediante una sentencia firme.

Existen varias personas que pueden iniciar el procedimiento judicial de incapacitación familiar:

• En primer lugar, la propia persona afectada puede instar un procedimiento de incapacitación judicial, en el caso de que prevea su situación haciendo uso de sus facultades mentales en buen estado. En este caso, también puede elegir de forma personal quien será su tutor o su curador y el juez tendrá en consideración su decisión.
• En segundo lugar, los parientes más cercanos de la persona incapacitada, los descendientes, ascendientes y hermanos.
• En tercer lugar, el cónyuge o similar de la incapacitada.
• Y finalmente, el Ministerio Fiscal, puede poner en conocimiento de la Fiscalía la situación en que se centra una persona, como puede ser, un vecino y sea la fiscalía quien inicie el procedimiento judicial.

Uno de los principales requisitos para que una persona sea declarada incapaz, tal y como indica el Código Civil en el artículo 199 y siguientes, es que esta persona sufra una enfermedad o deficiencia (física o Psíquica) importante, persistente y que le impide gobernarse por sí misma.

En estos casos, solo un juez mediante sentencia judicial puede declarar a una persona incapaz, y en su caso establecer el alcance concreto de la incapacitación, ya sea total o parcial.

Dependiendo del alcance de la incapacitación, esta afectará a la capacidad o no de la persona incapaz de valerse por sí misma, y de necesitar en mayor o menor medida de la protección de otra persona.

• El tutor. Es la persona que representa a efectos legales a la persona incapacitada. Su nombramiento reside en el interés que tenga el individuo por el incapaz.
• El curador. Es quien complementa la capacidad de la persona incapacitada cuando así lo estime la sentencia. En estos casos la incapacitación no es total, si no parcial.
• El defensor Judicial. Interviene cuando hay conflictos de intereses entre el sometido a la tutela o a la curatela y el que la ejerce.

El proceso de incapacidad judicial se inicia mediante:

• la presentación de una demanda firmada por abogado y procurador,
• detallando las razones por las que el solicitante entiende que su familiar debe ser incapacitado,
• aportando las pruebas pertinentes para poder establecer el alcance y grado de incapacitación.

Tras recibir la demanda, el juzgado citará a las partes interesadas para que contesten a la demanda judicial e insten día y hora para la celebración del juicio oral.

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