Por lo regla general, las indemnizaciones laborales están exentas del IRPF y tiene como límite la cantidad de 180.000 euros. Pero hay una serie de detalles a tener en cuenta en cómo tributa una indemnización por despido.

Las indemnizaciones obtenidas como consecuencia de un despido disciplinario declarado improcedente o aquellas que tienen su origen en causas económicas, técnicas, organizativas, productivas o de fuerza mayor tienen sus particularidades.

• Si la extinción del contrato de trabajo es por voluntad del trabajador, y responden a situaciones en las que el trabajador opta por extinguir la relación laboral con la empresa, motivado por alguna de las causas justas previstas en la normativa laboral, el trabajador percibe una indemnización, exenta del IRPF en la medida que sea obligatoria.
• Si la extinción del contrato de trabajo es por despido disciplinario, puede ser el despido procedente, el empresario no está obligado a abonar ninguna indemnización.
• Si la extinción del contrato de trabajo es por despido es improcedente, y el empresario decide no readmitir al trabajador, la ley prevé una indemnización de 33 días de salario por año de servicio, con el límite de 24 mensualidades. No obstante, para los contratos formalizados con anterioridad a 12/02/2021 existen ciertas peculiaridades. En este caso, la indemnización estaría exenta de tributar por IRPF la cantidad de 180.000 euros.
• Si la extinción del contrato de trabajo es por causas económicas, técnicas, organizativas, productivas o de fuerza mayor, la regla general es que la indemnización a que tiene derecho el trabajador es de 20 días de salario por año de servicio con un máximo de 12 mensualidades, prorrateándose por meses los tiempos anteriores al año.

En estos casos, el importe exento varía en función de la fecha en que se produce el despido y de la fecha del contrato laboral.

Las indemnizaciones obtenidas como consecuencia de una jubilación tributan de la siguiente particularidad:

• En caso de ERE y jubilación anticipada, la DGT (Dirección General de Tributos) ha entendido que esta indemnización, en caso de despido colectivo, para los trabajadores que pasan a la jubilación anticipada no le es aplicable la exención, igual que si fuera una jubilación voluntaria, pues para aplicar la exención se exige que el trabajador quede en situación legal de desempleo (DGT 3-9-03; CV 24-2-09).
• En el caso de muerte, jubilación o incapacidad del empresario, en el supuesto de extinción del contrato de trabajo, se reconoce el derecho a percibir una cantidad equivalente a un mes de salario y la cantidad exenta de IRPF con el límite de 180.000 euros.

En los casos de indemnizaciones en las relaciones laborales especiales, existen ciertas particularidades, que aconsejamos consultar a un asesor fiscal por sus particularidades. Las relaciones laborales especiales son:

• El personal de alta dirección.
• Los deportistas profesionales.
• El servicio del hogar familiar.
• Los artistas en espectáculos públicos.
• Los representantes de comercio mediadores.
• Las personas con discapacidad que trabajen en centros especiales.
• Los penados en instituciones penitenciarias.
• Los abogados en despachos profesionales.

Se presume que la desvinculación no se ha producido del trabajador (por lo tanto, debe declararse la indemnización en el IRPF) si en los tres años siguientes al despido o cese, el trabajador vuelve a prestar servicios a la misma empresa o a otra vinculada.

Des de Lladó Grup Consultor, et recomanem confiar en l’assessorament d’un assessor fiscalista, per poder estar informat i conèixer les teves obligacions tributàries.